domingo, 14 de septiembre de 2008

Colas de cigalas en dos gustos

Uno de los gustos de estas colas de cigala como reza el enunciado lo voy a presentar templado con unos bastoncillos de zanahoria y calabacín. Estos dos productos se vana a blanquear en un caldo realizado con cabezas de langostino y las cascaras de las colas, el que se ve entre el bol y la cazuela. Hay que dejarlos al dente, la verdad que se me pasaron un poco de este punto. También lleva la preparación cebollitas cocidas, yo las puse confitadas (sin rellenar) ya que estaba preparando unas para rellenarlas.
Una vez al dente, se saltean con aceite bien caliente por unos segundos y
seguídamente añadimos las colas, las vamos salteando hasta que las cigalas tomen el color blanco por una parte y el rojizo por la otra, no pasarse, el marisco desmerece demasiado hecho.
Una vez terminado todo lo anterior las he pasado a una cazuelita, separando los ingredientes vegetales de las colas y he añadido las cebollitas. Rociar con un poco de jugo de limón y adornar con cebollino, yo esto no lo puse porque tengo las plantas en flor y los tallos no están todo lo verdes que debiera. Servir templado.
El otro gusto es bien simple, hace tiempo, cuando había cangrejos de río autóctonos, esta preparación era muy habitual en casa, claro es con los mencionados cangrejos, ahora lo solemos hacer con estas colas de cigala.
Partimos de una salsa de tomate casera, ( una de estas dos formulas
ó )la que aromatizados con ralladura de jengibre, pimienta blanca, un par de hojas de albahaca y un poco de orégano, por último añado unos chiles, cuezo la salsa y cuando ha tomado el punto que me gusta, así como el picante ha llegado al punto óptimo, es decir el que me gusta, pongo las colas. Cuando empieza ha hervir tapo y apago el fuego.
Aspecto final y el plato listo para sacarlo a la mesa. Estas cazuelas quedan muy bien para este propósito. Servir caliente/templado

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