sábado, 29 de septiembre de 2007

Lentejas estofadas casi viudas

En la preparación de estas lentejas he utilizado un condimento muy poco usual en sustitución del aceite. Este no es otro que utilizar leche en el "sofrito" previo.
Este método se utilizaba mucho, en algunos sitios y hogares, en los que escaseaba el aceite de oliva, al final de la década de los 40 llegó a valer alrededor de lo 20 duros, un capital para aquellos tiempos.
Los ingredientes que voy a utilizar, que son optativos son: un poco de apio, zanahoria una, media patata, pimiento rojo, cebolla , guindilla verde de picor suave y un trozo de pimiento choricero.
Al ser unas lentejas casi viudas el chorizo va en plan testimonial, 4 rodajas pequeñas.
Como veis la leche a utilizar es una taza de café.
Se pone la leche y se calienta hasta que empiece a hervir, se añade la cebolla y el resto de los ingredientes vegetales, todos ellos bien picados.
Se va rehogando poco a poco hasta que la leche se haya casi evaporado, momento en que añadimos las lentejas con el agua en que han estado a remojo.
Aspecto que toma el preparado, momento en que salpimentamos al gusto.
La cocción la haremos suavemente y cuando las lentejas estén tiernas se da por terminado el plato y este queda listo para ser servido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que mi comentario dice ser muy bien recibido me atrevo a hacerlo.
En primer lugar gracias por tus "blogs" y por permitirnos disfrutarlos.
En cuanto a lo de cocer las legumbres en leche te comento,como curiosidad , que muchos años ha , en la Sierra de Cameros vi unos pastores trashumantes hacerlo habitualmente en leche de oveja, utilizaban todo tipo de legumbres en sus comidas y las aderezaban con hierbas y setas que recogian durante el pastoreo.
No voy a decir que resultase delicioso,pero eran sabores muy marcados y silvestres.

Apiciu dijo...

Hola Yerga:
Todos los comentarios y criticas son bien recibidos, siempre que sean construtivos.
Dato interesante el que aportas, había oído que algunos pastores utilizaban todavía este sistema, pero no de una manera tan especifica como lo que comentas.
El que yo comentaba era de subsistencia en los tiempos difíciles de la post guerra.
Mis lentejas sí resultan deliciosas y casi no se nota la ausencia del aceite de oliva
Gracias por leerme.
Saludos

Adormidera dijo...

Tengo unas lentejas de remojo, y por curiosidad me decido a mirar tus aportaciones con este producto. Lo de "casi viudas" ya me llama la atención, ya que yo me empeño en dejarlas solas una y otra vez, por costumbre y por salud. De repente tu comentario sobre la leche me llama y aquí me quedo.
Me llama mucho la atención y me pregunto si le dará algún toque diferente o no. Cuando las cocino con curry (que es como más me gustan), tengo la costumbre de acompañarlas con un poco de yogur la primera vez, y el contraste fresco me encanta. Pero entiendo que la leche al ir integrada en la cocción no tendrá si siquiera parecido.

Jamás había oído esa picardía de otros tiempos, y si lo oí, lo olvidé.

Lo que sí recuerdo de la infancia es un "caldo de leche" que a mi padre le encanta. Lleva boniato o papa, pantana (cidra), arroz y leche -tendré que preguntar a la familia si algo más porque me he propuesto rescatar ese sabor que en su momento no me gustó, porque al recordarme al arroz con leche, esperaba siempre algo dulce, y al toparme con el sabor salado me echaba atrás-. Ahora algo he aprendido, y el paladar también. A ver si consigo que me salga bien y encontrarle el gusto.
Nunca se me ocurrió preguntar de dónde procedía y lo cierto es que no se lo vi mencionar nunca a nadie más. No sé si tendrá algo que ver que mi abuelo era cabrero.

En fin, no te entretengo más. Me parece una costumbre curiosa. Veremos si resisto el mono que tengo de calabaza y curry, y me decido por otras verduritas y leche. Si no esta vez, otra seguro que caerá.

Muchas gracias, Apicius.
Un saludito.

Apiciu dijo...

Hola Adormidera:
Al mencionarme este preparado he visto que hay un error cuando dijo al final de la década de los 50 debía haber puesto década de los 40.
Muy bonito el último añadido a tu blog sobre la Pereza y tortilla de espinacas.
La leche no le da un toque especial, solamente que no se nota que están guisadas sin utilizar aceite, tan escaso en aquellos tiempos.
Te seguiré leyendo.
Saludos